JUAN CARRASCO ¡READMITIDO!



¡Victoria histórica del sindicalismo de clase, combativo y democrático!
Esta multinacional  hostelera  explotconcesiones  para la Administración como cafeterías,  cocinas, comidas y demás servicios en colegios y hospitales. Serunion es también conocida por sus prácticas anti sindicales y por vulnerar los derechos fundamentales  de los trabajadores recogidos en la Constitución. En Málaga Serunion tiene una guerra abierta contra los trabajadores que defienden sus derechos. Uno de los casos más conocidos es el del compañero Juan Carrasco. Ya en el año 2008 impuso a Juan a una sanción muy grave de 16 días de suspensión  de empleo y sueldo por poner una nota informativa en el tablón de anuncios sindical;   meses después la empresa le despidió alegando bajo rendimiento laboral. El Tribunal Superior  de Justicia de Andalucía dictaminó despido nulo por vulneración de derechos fundamentales,  teniendo que ser Juan readmitido en su puesto de trabajo y en las mismas condiciones laborales. Este primer éxito contra las injusticias de Serunion en Málaga fue el producto de la campaña por su readmisión, enfocada desde el sindicalismo  combativo, de clase y
democrático que defendemos desde esta sección sindical. 
Pero Serunion, no cejando en su actitud antisindical y de vulneración de los derechos fundamentales de los trabajadores, despidió en el año 2013 por segunda vez al compañero. El objetivo de Serunion, como del resto de empresas, es el engordar sus beneficios cueste lo que cueste.
  
Sin justificación ninguna y con la excusa de la crisis, ese año la empresa nos plant un chantaje a plantilla: 15 despidos o un ERTE. En la asamblea que mantuvimos los trabajadores el compañero Juan Carrasco intervino explicando que esta multinacional estaba obteniendo millones de beneficio, que en la propia página web de esta empresa se demuestra cómo Serunión obtiene año tras año abultados beneficios, aumentando su cartera de pedidos, aumentando su volumen de negocios y también el número de clientes y comensales, por lo que estaban totalmente injustificados tanto los 15 despidos como el ERTE y por lo tanto no podíamos aceptar tales planes de la empresa. También planteó que estando unidos todos los sindicatos, el Comité y toda la plantilla frente a la agresión de la empresa, haciendo  huelga  si era necesario, podríamos detener  esta agresión  patronal  y defender  nuestros derechos laborales y el pan de nuestros hijos. Así también se manifestó por escrito en una octavilla informativa a toda la plantilla repartida por nuestro sindicato CGT.
  
Tan sólo 10 días después de esta intervención en la asamblea y al siguiente de haber repartido la hoja informativa, la empresa procedió al despido fulminante del compañero cuando se disponía a entrar en su puesto de trabajo.

En este segundo  despido  la empresa  utilizaba  como  arma  la reforma  laboral  del Partido Popular despido por cuestiones económicas, organizativas y productivas” es decir despido objetivo. Pero una vez más los sindicalistas  que estamos al pie de tajo defendiendo  nuestros derechos y el de nuestros compañeros  mantuvimos  nuevamente  una  campaña  combativa donde se repartieron  cientos  de hojas,  donde  se recogieron  cientos  de resoluciones  de sindicalistas,  de organizaciones  políticas  y sindicales, de dirigentes obreros, de plataformas ciudadanas, de comités de empresa, de ciudadanos particulares mostrando su repulsa a la actuación de la empresa y en apoyo a nuestro compañero. No nos cabe  duda  que sin esta campaña  sindical combativa,  de clase  y democrática  no hubiésemos obtenido  el triunfo  judicial  sobre la empresa,  y por supuesto,  gracias a las miles de personas  que apoyaron al compañero  y mostraron  su repulsa. El juez ha vuelto a sentenciar  despido nulo y de la exigencia  de reincorporación  del compañero  en su puesto  de trabajo.  Condenando  de nuevo a la empresa Serunion por sus prácticas anti sindicales contra los derechos fundamentales de los trabajadores.  Todo  esto  ha demostrado  de forma  clara y patente  que  el quedarnos  callados, no reclamar nuestros derechos, agachar la cabeza y resignarnos no garantiza mantener nuestros puestos de trabajo, ni nuestras condiciones laborales, todo lo contrario.

En este contexto de crisis económica del capitalismo la lucha es el único camino. Ejemplos de que SE PUEDE como el de Juan lo hemos visto  también en la Plataforma contra los desahucios, en la lucha de los trabajadores de Coca Cola, en la Marea Blanca en Madrid paralizando la privatización de la sanidad pública y en muchas otras luchas de trabajadores. Toda la plantilla de Serunión tenemos que ser conscientes que los planes de la empresa en última instancia es la de obtener beneficios sin importar las consecuencias para nuestras familias, y para esto necesita meternos miedo a la plantilla e introducir la división entre los trabajadores. Por lo tanto la actitud de cruzarnos de brazos y esperar es nuestro peor enemigo, por esto hacemos un llamamiento a todos los trabajadores y trabajadoras de Serunion a la organización y afiliación a CGT para podernos defender ante los planes que la empresa pretende imponernos. Planes que pasan por empeorar nuestras condiciones laborales, rebajar nuestros salarios y despedir a su antojo. Si los trabajadores y trabajadoras damos este paso de organizarnos y afiliarnos a CGT, la empresa lo tendrá muy difícil a la hora de volver a recortar nuestros derechos laborales o a despedir a cualquier trabajador. Por todo esto compañeros y compañeras, organicemos el sindicato que necesitamos los trabajadores, entre todos y todas.
¡SÍ SE PUEDE!

¡Victoria histórica del sindicalismo de clase, combativo y democrático! Serunion vuelve a ser condenada a readmitir al compañero en su puesto de trabajo ¡Sí se puede!

Después de una campaña que ha movilizado el apoyo de cientos de sindicalistas, trabajadores y militantes de la izquierda, el juez nos da la razón obligando a Serunion a readmitir a Juan Carrasco. ¡Un ejemplo más de que defendiendo un sindicalismo de clase, combativo y democrático, se pueden obtener victorias muy importantes! A continuación reproducimos la carta personal que Juan Carrasco ha escrito en agradecimiento a todos los compañeros que han apoyado su campaña por la readmisión y que refleja nuestro sentir y el de muchos.

¡SÍ SE PUEDE!

En un contexto donde se están recortando los derechos laborales, sindicales, donde las empresas cometen toda clase de injusticias y barbaridades contra los trabajadores y trabajadoras; la empresa Serunion en otra muestra más de sus prácticas anti—sindicales  me despidió por segunda vez en enero de 2013 argumentando “causas objetivas por circunstancias de la producción”, es decir, por causas económicas, aplicando la Reforma Laboral del PP. En el juicio celebrado el pasado 15 de julio, el abogado de la empresa quedó sin argumentos e impotente ante tantas pruebas, indicios y declaraciones de testigos que confirmaban la persecución sindical a la  que estoy sometido por Serunion. A esto, el Juzgado  número 3 de Málaga declara NULO mi despido al quedar demostrado en la sentencia dicha persecución sindical, siendo condenada otra vez  Serunion por la vulneración del derecho fundamental del ejercicio a la libertad expresión y a los derechos sindicales, y  obligando a la empresa a mi readmisión.

Quiero agradecer todo el apoyo y solidaridad que he recibido por tantos compañeros y compañeras, y por tantas organizaciones como CGT, el Sindicato de Estudiantes,  El Militante, Izquierda Unida, CJC, PCPE, SAT Izquierda Socialista, PSOE de Málaga y a todos y todas quienes habéis participado en la campaña de “Juan Carrasco Readmisión”  así como vuestras muestras de cariño y afecto en las felicitaciones recibidas por el triunfo contra mi despido, gracias de corazón. Esta victoria contra la multinacional Serunion es un triunfo de toda la clase obrera. Tengo la convicción, que el sindicalismo practicado en esta lucha, un sindicalismo combativo, de clase y democrático, es el que demuestra con hechos  y no con sólo palabras que sí se puede luchar contra los despidos, que sí se puede frenar los recortes sociales y que sí se puede detener todas las injusticias a que nos someten las empresas y los poderosos. Que la unidad y determinación de la clase trabajadora y sus organizaciones es el único camino para defender de verdad lo que es nuestro, lo que nos pertenece y quieren arrebatarnos, nuestros puestos de trabajo, el pan de nuestros hijos y familias. También estoy convencido del patente fracaso del “sindicalismo” de pactos y consensos que practican las cúpulas de CCOO y UGT, demostrando su inutilidad para defender nuestros derechos.

En esta dura batalla por mi readmisión también quiero hacer, como no podía ser  de otra forma, un reconocimiento especial al compañero David Bernardo Nevado, abogado laborista de AJUSO (Abogados por la Justicia Social) sobre quien ha recaído un gran trabajo y esfuerzo en los temas jurídicos, llevando mi defensa por sus convicciones comprometidas con los derechos de los trabajadores y no como una mera cuestión profesional.

Antes de ser un sindicalista en CGT, desarrollé mi lucha sindical en CCOO, por esto para finalizar esta breve nota, quiero recordar las palabras del compañero Marcelino Camacho: “Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar”.


¡¡SÍ SE PUEDE!!

La campaña por la readmisión de Juan Carrasco cumple el primer objetivo. SERUNION queda desenmascarada en el juicio

El día 17 de junio, después de varios aplazamientos, se celebró el juicio contra la empresa Serunion tras haber despedido por segunda vez a Juan Carrasco, delegado de la sección sindical de CGT en la empresa. El antecedente de la condena a Serunion por represión sindical es sin duda un elemento más que viene a demostrar las prácticas anti sindicales de Serunion.

En las puertas de los juzgados nos concentramos cerca de 40 activistas de diferentes sindicatos (CGT, CCOO, UGT). Como el día 24 de febrero, cuando se celebró el juicio que terminó aplazado, la campaña de denuncia por el despido del compañero Juan ha sido muy visualizada en las calles de Málaga y en las principales empresas. Cuando una poderosa multinacional como Serunion ataca así los derechos de los trabajadores, es fundamental movilizar la solidaridad consciente y contraponer la fuerza de la clase obrera. Por supuesto que el compañero no está solo, tiene la simpatía de miles de trabajadores de Málaga y del resto del Estado. Este hecho hace que la empresa no se sienta tan fuerte, que la justicia, que suele inclinarse del lado del empresario titubee, y que los trabajadores nos veamos capaces de hacer lo que hizo Juan justo antes de la vista. En un intento de conciliación, a la pregunta del juzgado de si estaba dispuesto a recibir una compensación económica para no celebrar el juicio, el compañero respondió firme que “ni por todo el oro del mundo”.

La sala estaba abarrotada y en el transcurso de un juicio que duró varias horas, el abogado de la empresa, a pesar de toda su locuacidad y sus abultados honorarios, fracasó estrepitosamente en su intento de encubrir el despido en supuestas causas objetivas (económicas, organizativas y productivas). En la vista quedo claro que la verdadera causa del despido de Juan Carrasco es la necesidad de Serunion de silenciar cualquier oposición a sus planes de empeoramiento de las condiciones de trabajo de la plantilla. Los trabajadores como Juan, que defienden un sindicalismo democrático y combativo, pueden provocar que el resto de trabajadores se den cuenta de su fuerza real y no acepten el chantaje de la empresa.

Cuando tocó el turno a David Bernardo, el abogado de Juan, terminó de desmoronarse por completo toda la argumentación de la empresa. El acoso sindical contra el compañero quedó demostrado a los ojos de todos los que estábamos presentes.


La ley no ayuda a los trabajadores. La justicia está adaptada a las necesidades empresariales, y solo con la movilización, la presión y la firmeza podemos conseguir que se haga justicia de verdad. Esperamos que el juez dicte una sentencia en concordancia con lo vivido en el juicio y que el compañero Juan sea readmitido en su puesto de trabajo. Si no es así, seguiremos como hasta ahora firmes hasta conseguirlo, en el frente judicial pero por supuesto redoblaremos nuestro esfuerzo en la calle.

NUEVO JUICIO CONTRA SERUNION ¡POR LA READMISIÓN DE JUAN CARRASCO EN LA EMPRESA! APOYÉMOSLE EL PRÓXIMO 17 DE JUNIO

El próximo 17 de junio se vuelve a celebrar el juicio contra la empresa SERUNION por el injusto despido del compañero Juan Carrasco, veterano activista de la izquierda y delegado de CGT. Esta empresa hostelera que explota concesiones de cafeterías, comidas y demás servicios en colegios y hospitales en todo el estado ya es la segunda vez que despide al compañero fruto de su actividad sindical.

El día 24 de febrero se celebró el primer juicio, y la campaña pública por su readmisión tuvo  un tremendo impacto. Esta campaña fue una respuesta contundente de la clase trabajadora contra los ataques y la represión de nuestros derechos sindicales más básicos, y por un sindicalismo combativo y democrático que los haga frente. En empresas como SERUNION y en tantas otras, aceptar los ataques, pactar EREs, ERTEs, despidos o el deterioro de las condiciones laborales es un tremendo error. Se puede luchar y se pueden frenar los ataques y así lo sienten miles de trabajadores.
Para el juicio del 17 de junio, volveremos con más razones aún, poniendo el acento en la lucha contra los abusos de la patronal y el sindicalismo amarillo. En el caso del despido del compañero Juan, nos enfrentamos también al hecho de que SERUNION recurrió a miembros de UGT para que testificaran contra él. La colaboración de estas personas con la dirección de la empresa en la vulneración de los derechos de sus compañeros es algo intolerable. Estas personas anteponen los intereses de la empresa antes que los de la plantilla, los de los propios afiliados a UGT o los principios más básicos de este sindicato. La dirección de UGT tiene que intervenir en esta situación e impedir que este sindicato participe en la represión a los derechos de los trabajadores. Son muchos los afiliados de UGT implicados en la lucha por la readmisión del compañero Juan Carrasco entendiendo que su despido forma parte de un plan de la empresa para atacar las condiciones laborales de todos los trabajadores.


Hacemos un llamamiento a apoyar a Juan Carrasco el día 17 de junio, a las 9 de la mañana en las puertas de la Ciudad de la Justicia. 


Entrevista a Juan Carrasco después de la suspensión del juicio

El 24 de febrero se celebró el juicio por el despido de Juan Carrasco, veterano activista de la izquierda y delegado de CGT en Serunión (Málaga), una empresa hostelera que explota concesiones de cafeterías, comidas y demás servicios en colegios y hospitales en todo el estado y que le echó por segunda vez fruto de su actividad política y sindical. Un nutrido grupo de trabajadores y trabajadoras, de sindicalistas y jóvenes, y representantes de organizaciones obreras de la ciudad, acudimos a apoyarle desde primera hora y nos mantuvimos concentrados a las puertas del juzgado. Cuando empezó el juicio, la sala se abarrotó. Entrevistamos a Juan para que nos explique la situación en la que se encuentra, la campaña a favor de su readmisión y el desarrollo del juicio.
— Se ha organizado en Málaga una amplia campaña por tu readmisión. ¿Cómo ha sido? ¿Crees que ha sido útil?
Juan Carrasco.— Estamos muy satisfechos de la campaña y la respuesta de la gente ha sido maravillosa. Creo que es importante señalar que todo esto va más allá de mi readmisión en la cafetería del Hospital Civil de Málaga. Es una campaña en defensa de nuestros derechos sindicales como trabajadores, sin los cuales estamos a merced de las decisiones de las direcciones de las empresas. Si me han despedido es porque defendí en el seno de la plantilla que no se debían aceptar las bajadas salariales, las reducciones de jornada forzosas, ni por supuesto los despidos. Defendí que los trabajadores no teníamos culpa de la crisis, que servía de excusa para todas estas medidas. Además, Serunión sigue teniendo grandes beneficios, como para encima querer arrebatarnos más a los que menos tenemos. Estos planteamientos tuvieron eco entre mis compañeros que no aceptaron los ataques. Días después me despidieron. 
El éxito de la campaña, la repercusión que hemos tenido, que muchos trabajadores en Málaga pregunten por mi caso o que incluso el día del juicio la gente que vino a apoyarme no cupiera en la sala, es fruto de que muchos trabajadores se sienten identificados con la situación de ataques y represión en Serunión. Está habiendo una oleada de despidos y hay cientos de juicios todos los días por esta razón. La campaña ha sido muy útil de cara al juicio y ha tenido efectos evidentes ya que pone de manifiesto que se puede plantar cara ante un atropello empresarial. Muchos trabajadores miran con atención mi caso, como han mirado la huelga indefinida de los basureros de Madrid o a los compañeros de Limasa en Málaga. Aceptar los ataques, pactar EREs, ERTEs, despidos o el deterioro de las condiciones laborales es un tremendo error. Se puede luchar y se pueden frenar los ataques. También pone de manifiesto la necesidad de un sindicalismo combativo y democrático que haga frente a los ataques. La impunidad con la que actúan las empresas queda al descubierto, las maniobras se vuelven visibles y el miedo con el que quieren paralizar a los trabajadores pierde su efecto. Así es como se ganan juicios contra las empresas y sus abusos. Así es como conseguimos que en 2009 la empresa tuviera que readmitirme y fuera condenada por represión sindical.
— El juicio se ha suspendido temporalmente a petición del juez. ¿Qué es lo que ha pasado exactamente?
JC.— Pues pasó que el abogado que defendía que los despidos eran “necesarios estructuralmente” sin aportar ni un solo dato, cuando llegó al momento de negar que mi despido hubiera sido por motivos sindicales tuvo verdaderos problemas para elaborar un discurso que no fuera contradictorio. Según él, la empresa desconocía mi actividad sindical. Una afirmación totalmente infundada, puesto que es pública y notoria mi militancia en la izquierda sindical y política de Málaga. Además el despido se dio pocos días después de que la plantilla se negara a aceptar los ataques “necesarios estructuralmente”, fruto de la discusión en una asamblea en la que mi argumentación, como explicaba antes, para dar esa negativa fue determinante. Para colmo, el abogado admitía que Serunión había sido condenada ya en 2009 por la justicia a readmitirme e indemnizarme por represión sindical. Para que os hagáis una idea de los métodos que utiliza Serunión, el abogado llegó a reconocer que la empresa contrató un detective privado para seguirme fuera de la empresa.
Pero aún hay más. La colaboración con la empresa de parte del comité de empresa (mi despido y el de otro trabajador fue homologado por parte del comité dos meses después de las extinciones, al firmar un acuerdo de suspensión temporal de contratos) se hizo tan visible, que el juez paró en seco al representante de Serunión y solicitó ampliar la demanda contra la presidenta del comité, que utiliza las siglas del sindicato UGT para su labor proempresarial. Realmente es vergonzoso que en nombre de un sindicato como UGT se hagan estas cosas. Esta persona estaba preparada para testificar contra mí, y no es la primera vez. En dos ocasiones se han presentado testigos contra mi actividad sindical a favor de la empresa en distintos juicios utilizando las siglas de la UGT, en ambos quedó probada la represión sindical, y Serunión y sus testigos quedaron en evidencia.
Había varios compañeros de la UGT en la sala que habían venido a apoyarme. Su indignación era evidente. Ampliaremos la demanda, por supuesto. Estas personas no defienden ni a la plantilla, ni a los afiliados de UGT en Serunión, ni los principios más básicos de este sindicato. Solo defienden a la empresa. Estamos seguros que contaremos con el apoyo y respaldo de infinidad de compañeros de UGT como hasta ahora e incluso más. La dirección de este sindicato tendría que tomar cartas en el asunto inmediatamente para que estos casos no se dieran ni en Serunión ni en ninguna otra empresa.
El juicio ha quedado suspendido. Pero seguimos adelante con la campaña y volveremos al nuevo juicio con más razones aún.
— Un despido de estas características y por segunda vez es duro personalmente. ¿Cómo te sientes?
JC.— Sí, es muy duro. Muchos trabajadores que están en mi misma situación me entenderán perfectamente. Muchas veces te vienes abajo y te dan ganas de tirar la toalla. Pero he pensado mucho en esto. Si no defendemos nuestros derechos sindicales y nuestras condiciones laborales, la situación no va a ser mejor sino todo lo contrario. Yo podría haberme callado, sí. Pero ¿eso me habría garantizado no haber sido despedido? La respuesta es no. Si despiden a los trabajadores que nos organizamos para luchar no es para quedarse ahí, es para atacar a todos los demás después. Callarse no es garantía de nada. Solo luchando, ganando mi readmisión es como realmente hay garantías para mí y para el resto de mis compañeros. Hay que organizarse y hay que luchar. Esto es lo único que evita despidos. Por eso es muy importante unificar las luchas para que no se queden en una sola empresa y la unidad de acción de todas las organizaciones sindicales y de la izquierda con un programa firme en defensa de los trabajadores.
Y respondiendo a tu pregunta, me siento arropado. En una situación tan difícil sé que no estoy solo. No solo por los compañeros de CGT, de la Corriente Marxista El Militante o del Sindicato de Estudiantes, muchos de los cuales se han volcado en la campaña como si fueran yo mismo. Siento el respaldo de muchos trabajadores que ven en el ejemplo de los compañeros que damos la batalla una alternativa sindical para aplicar en sus empresas. Hemos conseguido implicar en la campaña a la mayoría de las organizaciones sindicales y políticas. Izquierda Unida en Málaga ha presentado una moción en el Ayuntamiento contra mi despido y exigiendo la revisión de todas las concesiones a Serunión en la ciudad. Incluso el PSOE ha asumido en su dirección provincial una moción por la readmisión. 
Me da mucha fuerza también tener claro que lucho por una sociedad mejor, por acabar con el capitalismo que es un sistema totalmente fallido que genera estas situaciones y tener como meta la transformación socialista de la sociedad.
— ¿Qué vais a hacer a partir de ahora?
JC.— Presentar la ampliación de la demanda y seguir acompañando el proceso judicial con la campaña sindical y política. Aunque ni las leyes ni el sistema judicial están hechos para facilitar las cosas a los trabajadores, veo esta campaña cogiendo fuerza y también veo muchas posibilidades de volver a ganar a la empresa. Por supuesto existe la posibilidad de perder por una mala decisión judicial. Ganemos en esta primera instancia o no, seguiremos dando la batalla, en la calle y en los juzgados.
(Entrevista aparecida en www.elmilitante.net)